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viernes, 5 de agosto de 2011

EL SALMO QUE ME DIO LA MONJA ARMENIA

Como saben estos últimos días han sido un poco difíciles para mi. Creo que estoy viendo en la luz al fin del túnel. En otras palabras Jesus me esta rescatando y siento nuevamente su presencia en mi de manera muy cercana.

El otro día estaba en misa y una monjita se me acerco y me dijo que debo orar el salmo 116. La verdad es que me llamo mucho la atención de que esta monjita me diga esto. Al llegar a casa lo busque en mi Biblia y realmente es hermoso y deseo compartirlo con ustedes.

Sal. 116 (114-115), 1 - 19
             ¡Aleluya!  [1] Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria; [2] Inclinó hacia mí su oído el día en que lo llamé. [3] Me envolvían los lazos de la muerte, estaba preso en las redes fatales, me ahogaban la angustia y el pesar, [4] pero invoqué el nombre del Señor: "¡Ay, Señor, salva mi vida!" [5] El Señor es muy bueno y justo, nuestro Dios es compasivo; [6] El Señor cuida de los pequeños, estaba débil y me salvó. [7] Alma mía, vuelve a tu descanso, que el Señor cuida de ti. [8] Ha librado mi alma de la muerte, de lágrimas mis ojos y mis pies de dar un paso en falso. [9] Caminaré en presencia del Señor en la tierra de los vivos.   [10] Tenía fe, aun cuando me decía: "Realmente yo soy un desdichado". [11] Pensaba en medio de mi confusión: "¡Todo hombre decepciona!" [12] ¿Cómo le devolveré al Señor todo el bien que me ha hecho? [13] Alzaré la copa por una salvación e invocaré el nombre del Señor, [14] cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. [15] Tiene un precio a los ojos del Señor la muerte de sus fieles: [16] "¡Mira, Señor, que soy tu servidor, tu servidor y el hijo de tu esclava: tú has roto mis cadenas!" [17] Te ofreceré el sacrificio de acción de gracias e invocaré el nombre del Señor. [18] Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, [19] en los atrios de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén.