Como saben estos últimos días han sido un poco difíciles para mi. Creo que estoy viendo en la luz al fin del túnel. En otras palabras Jesus me esta rescatando y siento nuevamente su presencia en mi de manera muy cercana.
El otro día estaba en misa y una monjita se me acerco y me dijo que debo orar el salmo 116. La verdad es que me llamo mucho la atención de que esta monjita me diga esto. Al llegar a casa lo busque en mi Biblia y realmente es hermoso y deseo compartirlo con ustedes.
Sal. 116 (114-115), 1 - 19
¡Aleluya! [1] Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria; [2] Inclinó hacia mí su oído el día en que lo llamé. [3] Me envolvían los lazos de la muerte, estaba preso en las redes fatales, me ahogaban la angustia y el pesar, [4] pero invoqué el nombre del Señor: "¡Ay, Señor, salva mi vida!" [5] El Señor es muy bueno y justo, nuestro Dios es compasivo; [6] El Señor cuida de los pequeños, estaba débil y me salvó. [7] Alma mía, vuelve a tu descanso, que el Señor cuida de ti. [8] Ha librado mi alma de la muerte, de lágrimas mis ojos y mis pies de dar un paso en falso. [9] Caminaré en presencia del Señor en la tierra de los vivos. [10] Tenía fe, aun cuando me decía: "Realmente yo soy un desdichado". [11] Pensaba en medio de mi confusión: "¡Todo hombre decepciona!" [12] ¿Cómo le devolveré al Señor todo el bien que me ha hecho? [13] Alzaré la copa por una salvación e invocaré el nombre del Señor, [14] cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo. [15] Tiene un precio a los ojos del Señor la muerte de sus fieles: [16] "¡Mira, Señor, que soy tu servidor, tu servidor y el hijo de tu esclava: tú has roto mis cadenas!" [17] Te ofreceré el sacrificio de acción de gracias e invocaré el nombre del Señor. [18] Cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, [19] en los atrios de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén.
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