Hoy ha sido uno de esos días donde hemos trabajado en reuniones en la oficina todo el día. Hoy e aprobó el plan de ejecución de nuestra compañía para el 2011. Estoy muy sorprendido que una empresa haga tanto bien a la sociedad con sus inversiones. Genera desarrollo, empleo y oportunidades para tanta gente interna y externamente.
Todo estas reuniones me ha llevado a recordar que la vida laboral y la espiritual no están separas. Tu puedes hacer de tu trabajo un apostolado al servicio de Dios y del prójimo. Solo se necesita ofrecer cada mañana a Jesús lo que harás en el día y esto inmediatamente transforma tus obras en oración con acción.
Existe tanta necesidad de trabajo en el mundo, que necesitamos de empresarios valientes y éticos que estén dispuestos a invertir su dinero por el bien de nuestra sociedad. A estos lo quiero llamar empresarios responsables. Lamentablemente existen también los irresponsables que son personas que solo ven su beneficio y lo quieren maximizar sin importar como. Estos empresarios egoístas no podrán tener empresas sostenibles en el tiempo y fracasarán.
El mundo necesita personas diferentes, con valores y principios, que quieran aportan a un futuro mejor y que sus sueños sean trascendentales. Oremos a Dios para que cada uno de nosotros en lo pequeño a grande que tengamos como responsabilidad lo hagamos con el firme propósito de cambiar el mundo desde donde estamos hoy.
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