Hoy he seguido leyendo el libro de San Agustin y realmente me encanta como Wohl escribe. Tiene la capacidad de mostrarte la personalidad de cada uno de los personajes de su novela y en esta ocasión te lleva a conocer como era San Agustin en cada una de sus facetas de vida.
De este gran santo y doctor de la Iglesia he aprendido hasta ahora que es tan común y normal como la mayoría de nosotros. Me refiero especialmente a su caminar hacia Dios ya que su inteligencia realmente era sorprendente.
Su búsqueda de Dios fue como muchos de nosotros. Al inicio le enseñaron ciertas verdades cristianas y con el tiempo comenzó a pensar si estas realmente eran verdad o eran el invento de la Iglesia Catolica. Cuando creció estudio mucho sobre la verdad y debido a su gran inteligencia se fue perdiendo en con sus propias ideas. Mas adelante alguien le hablo de una doctrina llamada maniqueísmo y le gusto principalmente por que le mostraron a Dios desde la razón. Con el tiempo se dio cuenta de que esta secta no respondía a todas sus preguntas intelectuales e inicio una nueva búsqueda. En todo este proceso siempre estuvo su madre, Monica, diciendo las verdades cristianas-catolicas y esto sumado con su oraciones fue tocando en corazón de Agustin.
Muchos de nosotros hemos sido así, muy difíciles de permitir a Dios que nos toque el corazón. Y para muchos esta batalla es diaria. Mi sugerencia es que debemos tener claro que Dios nos invita a ser sus discípulos pero en el tiempo de Dios y no en el momento que a nosotros nos gustaría. Eso quiere decir que cuando veas un amigo, familiar, etc. siempre dile la verdad de Cristo con amor y ten paciencia que seguro algún día regresara a ver a Dios y volverá su corazón con Cristo. Eso si, nunca dejes de orar por esa persona.
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