Hoy con mi familia he disfrutado tanto que me ha llevado a reflexionar cuan importante es para mi felicidad tener una gran familia. Desde pequeño fui muy bendecido ya que nací en una familia con 6 hijos. Mi mama siempre cuenta que yo soy en quinto, pero dice: No hay quinto malo, pero este me salió pésimo... Al decir esto siempre ríe y me dice que no es cierto pero yo se que si. Fui desde muy pequeño muy travieso y creo que le di muchos dolores de cabeza a mis papas. Pero como Dios es grande , toco mi corazón y con su luz y amor me mostró la verdad de la vida y me cambio. Esa verdad se centra en el amor. El amor a Dios y al prójimo, empezando con la familia y después a las demás personas que nos rodean en el día a día.
También debemos pensar que el tiempo que tenemos a nuestros seres amados no es muy largo durante nuestra vida temporal. Es por esta razón que debemos tratar de ayudar a todos los que amamos a que conozcan y amen a Jesús para que encuentren la salvación y de esta manera poder disfrutar con ellos el cielo eternamente. Pidamos a María que nos ayude en este ministerio tan hermoso: Buscar la salvación de nuestras familias y sobre todo hagamoslo con nuestro ejemplo de vida.
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