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viernes, 20 de agosto de 2010

LA VIDA ES UN REGALO



Hoy fue un día muy especial. Nuevamente tuvimos un día típico de verano con una luz solar muy particular de un país que se encuentra en la mitad del mundo. Somos definitivamente bendecido por Dios. Tenemos las montañas mas hermosas y una temperatura primaveral todos los días del año. Este es mi Ecuador!

Hoy temprano fui al hospital para realizarme mi chequeo medico anual. Los hospitales son lugares muy particulares. Puedes ver una cantidad de distintas realidades que las personas podemos vivimos. Por ejemplo: en el hospital puedes ver a una familia reunida para festejar el nacimiento de un bebe recién nacido y también puedes ver a otra familia reunida orando por la mejoría de un familiar que esta muriendo. Estas dos realidades muy distintas las puedes encontrar una al lado de la otra a pocos metros. Mientras unos ríen, otros lloran.

Bueno regreso a mi chequeo medico. Primeramente me sacaron sangre para el laboratorio y otras cosas mas... llego el medico internista para hacer las preguntas de rutina sobre enfermedades anteriores, enfermedades de la familia, etc. Después fui donde varios especialistas y finalmente a las dos partes mas entretenidas de mis exámenes: La resonancia magnética y la endoscopia.

En la resonancia te meten en un tuvo súper cerrado. De hecho parece casi un ataúd. Los 20 minutos que estoy adentro debo rezar mucho para no entrar en pánico ya que realmente los espacios pequeños no son de mi agrado. A esto añade que están mandando sonidos muy altos para poder hacer el examen. Todo esto es realmente terrible y al mismo tiempo increíble que esta maquina saque las imágenes tan perfectas del cuerpo.

Finalmente llegue a la endoscopia. Hace como tres años, por pedido de mi amadadisima esposita, le acompañe a que le hagan su endoscopia. Ella le rogó al medico que me permita estar en el proceso y claro esta lo convenció. En esa ocasión pude ver todo lo que te hacen. Primero me sorprendió muchísimo que con la anestesia que te ponen no te duermes. Solamente entras en un estado de conciencia muy profunda. Tanto así que cuando le pregunte al doctor, después de que le puso la anestesia a mi esposa, que si ella ya estaba dormida me contesto mi esposa diciendo que aun no estaba dormida. El doctor me dijo que me quede tranquilo y mientras seguía el procedimiento a mi esposa me explico que realmente las personas están conscientes en un nivel muy profundo, que escuchan todo y entienden todo pero no recuerdan nada.

Regreso a mi endoscopia. Conociendo todo lo descrito anteriormente, estaba un poquito nervioso. No es lo mismo saber lo que te van a hacer, que no tener idea. En todo caso en el momento que me sedaron consciente o no, no me acuerdo de nada.

Siempre estas sedaciones me han parecido que deben ser muy parecidas al momento en que nos estaremos muriendo. Con la pequeña diferencia que en vez de despertar, estarás frente a Jesús en la antesala del cielo. Bueno depende de la vida que hayas tenido. En todo caso, lo importante es que debe ser muy parecida la sensación y por ende, cada vez que me sedan practico mi futuro encuentro con Dios. Me imagino que estoy en camino a verlo y trato de hacerlo con la mayor paz y alegría posible. Pero no nos adelantemos a nada ya que antes de ese viaje debemos vivir a toda plenitud con mucha alegría buscando nuestra felicidad y las de las personas que están a nuestro alrededor. Nunca nos olvidemos, que la vida es un regalo de Dios.

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