En los últimos 7 días tres personas que trabajan conmigo han tenido la perdida de familiares muy cercanos. Es difícil entender la realidad de la perdida de un ser amado. Muchas veces o casi todo el tiempo vivimos la vida como si fuéramos inmortales y cuando una persona cercana muere nos recuerda dolorosamente que todos somos visitantes en este mundo terrenal.Cuando una persona que amas muere, es como si el tiempo cambiara de velocidad, es como que todo pasa lentamente y te vuelves al mismo tiempo mas sensible e insensible. El cerebro trata de entender y el corazón le trata de explicar, pero este dialogo no es posible ya que esta alterado por el dolor del momento. Es justamente en momentos como estos que solo la Fe nos puede sostener.
Dios en su inmensa misericordia nos ha regalado gratuitamente la posibilidad de que vivamos eternamente con nuestros seres amados en el cielo. Esto quiere decir que nunca mas tendremos que decir adiós y que las lagrimas que derramemos solo serán de felicidad. Que debemos hacer para llegar al cielo? Es muy sencillo, solo debemos amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. El premio de amar es la felicidad eterna!
Cuando pienso en las personas que mueren siempre trato de suplicar a Dios que tengan la oportunidad de llegar al cielo y le ruego por su alma. Quizás es lo que yo quisiera que suceda cuando yo muera, que alguien se acuerde de mi y haga una oración por mi.
Vivamos una buena vida y tengamos la Fe y Esperanza de que todos nos encontraremos en la patria celestial! Jesús ten misericordia de nosotros y de las personas que esta noche están por llegar a ti.
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