Vistas de página en total

lunes, 17 de enero de 2011

SEÑOR, QUE SEAMOS SANTOS COMO TU ERES SANTO

El papa Juan Pablo II esta cerca de ser Santo. El proceso de su canonización va por buen camino y pronto estará reconocido por la Iglesia como Santo.

Hoy reflexionaba con un buen amigo sobre la importancia de tener un sentido en la vida. Hace pocas semanas el había pasado por una enfermedad que lo llevo a estar en una sala de operaciones y me contaba que mientras vivía esos momentos de angustia el simplemente oraba mucho a Dios. Me comento que en un momento dado, sintió la presencia de Dios y de la santísima virgen María consolandole con amor y dulzura. El toda la vida había conocido a Dios y  hasta se podría decir que era un católico bien formado y de oración diaria, pero lo que había experimentado en esa ocasión por misericordia de Dios le ha transformado su vida. Me decía que se ha dado cuenta que verdaderamente ha sido muy ingrato con Dios y que quería cambiar esta realidad. Pronto nos pusimos a conversar sobre la orientación que debemos darle a nuestra vida y que lo único que tiene verdadero sentido y que da sentido a todo es el deseo de ser Santo.

Tenemos muchos ejemplos en el mundo de personas que han sido reconocidos por la iglesia como santos, pero también existen millones de verdaderos santos que permanecen en el anonimato. Muchas amas de casa que con amor criaron a sus hijos y se entregaron en su matrimonio a formar una familia a la luz de Dios. Cuantos hombres que trabajan día a día entregando su jornada sencilla a Dios. Incluso cuantos jóvenes que hoy están entregando su vida a Dios para ser signo de contradicción y ser diferentes y mejores.

Que bueno es saber que en el mundo aun hay personas que tenemos el deseo de ser mejores a la luz de Dios. Que estamos dispuestos a vivir una vida ordenada que nos hace felices y nos da paz. Que bueno es saber que aun tenemos Fe y Esperanza de un mundo mejor y que hermoso es descubrir que nosotros lo podemos construir desde nuestra realidad actual. Que maravilloso es saber que solo necesitamos a Dios para cumplir la misión que tenemos en este mundo. Que lindo es conocer que esa misión se nos dio con el ejemplo de Jesús. Que sencillo es darnos cuenta que lo único que necesitamos para ser felices y santos en AMAR a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como nos amamos nosotros mismos.

Gracias te doy mi Dios por donarte con tanto amor a nosotros diariamente. ayudame a que mi vida tenga  sentido siguiendo tus pasos. Dame el amor y la perseverancia para nunca alejarme de ti. Y con la ayuda de la Santísima virgen María permiteme que algún día pueda llegar a la tierra celestial y vivir junto a ti eternamente.

Juan Pablo II y todos los santos, intercedan por nosotros, Amen!

No hay comentarios:

Publicar un comentario