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martes, 8 de febrero de 2011

TORTURA BUCAL

Hoy tuve la gran alegría de ir a mi tortura bucal semestral. También la llaman limpieza dental.

Realmente desde pequeño entendí que las mamas llevan a los niños al dentista para vengarse de todas las travesuras que han hecho. Bueno eso fue lo que yo creía que pasaba ya que cada visita al dentista, para mi era un verdadero purgatorio.

Ese sentimiento no ha cambiado mucho a pesar de mis 41 años. No se que puede ser, pero el sonido de la maquinita torturadora que acelera y desacelera según la intensidad de la tortura, realmente es terrible.

Si el sonido es terrible no se diga que cuando se distrae un poquito en torturador, te puede tocar una parte sensible y...  Es por eso que la mejor manera de recibir el tratamiento es apretando las manos lo mas duro que puedas y teniendo todo el cuerpo tenso listo para ese momento de descuido que te hará saltar del dolor.

Claro esta que el doctor te dirá que por favor no te muevas. Pero ese control Zen que debes tener para no moverte cuando te tocan un nervio, no se desarrolla de la noche a la mañana. Por lo cual es difícil de seguir el sabio consejo de no moverse.

Para terminar el proceso de tortura bucal, cuando todo se acaba, debes pagar. Increíble!

Bueno lo único que se es que tengo 6 meses para poder recuperarme y después todo el proceso empezará nuevamente.

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